La ciencia detrás
¿Por qué
ACEITE OLIVA
VIRGEN EXTRA?
El aceite de oliva ha sido la base de la dieta mediterránea durante miles de años. El poeta de la antigua Grecia Homero incluso se refirió al aceite de oliva como "oro líquido", mientras que Hipócrates lo llamó el "gran sanador" y lo recetó para muchas afecciones médicas.
Se desconoce el origen exacto del aceite de oliva, pero se cree que la especie de olivo domesticada hace unos 6000 años, era originaria de la cuenca mediterránea lo que la convierte en uno de los árboles frutales cultivados más antiguos del mundo. El aceite de oliva representaba la riqueza de la civilización minoica y documentos antiguos de Siria sugieren que era cinco veces más caro que el vino. Aunque no siempre se usó como alimento.
Son diversos los beneficios del aceite de oliva virgen extra, sobre todo cuando se consume dentro de una dieta sana.
Además de que es un producto muy apreciado en la gastronomía, principalmente por su excepcional sabor, también son diversos los beneficios del aceite de oliva virgen extra.
De allí el interés que genera este alimento, que no deja de aprovecharse para una gran variedad de fines. Es decir, además de ser un ingrediente en no pocas recetas, se utiliza en la cosmética; por ejemplo, en la elaboración de jabones, cremas, champús hidratantes y baños de crema.
Por ello no es de extrañar que continúe siendo objeto de investigacion. ¿Aún no aprovechas los beneficios del aceite de oliva virgen extra en tu dieta?
Te contamos importantes razones para que te animes a consumirlo con más frecuencia, pero con moderación.
Propiedades del aceite de oliva Virgen Extra
El aceite de oliva virgen extra es llamado así porque en su procesamiento no se añade ningún otro producto ni se usa ningún quimico, es decir, no tiene ni colorantes ni conservantes que alteren su sabor, sus propiedades o su pureza.
Aunque se compone casi al 100% de grasas, son grasas monoinsaturada e insaturadas, por lo que no son perjudiciales para la salud, y no contribuyen al aumento del colesterol malo. Investigaciones concluyen que la gente que vive en el mediterráneo y consume aceite de oliva virgen extra, vive más tiempo y sufren menos enfermedades cardíacas que por ejemplo los nórdicos o los americanos.
Por otra parte, contiene ácidos grasos del tipo Omega-3, los cuales no son producidos por nuestro cuerpo, así como polifenoles y vitamina E, y un compuesto llamado oleocanthal, unicamente presente en el aceite de oliva virgen extra.
Todas estas sustancias antes menciondas se han relacionado con la mejora de la salud en lineas generales, incluyendo la reducción de posibilidades de desarrollar enfermedad coronaria y prevenión del riesgo cardiovascular.
Veamos con detalle los diversos beneficios del consumo de aceite de oliva virgen extra.
Ayuda a perder peso
Alivia inflamaciones leves
Propiedades anticancerígenas
Mente sana
Aliado contra la diabetes
Intestino sano
Regula el colesterol
Ayuda a controlar la presión arterial
Cuidado de la salud capilar
Humecta la piel de forma natural
Cómo usar y conservar el aceite de oliva Virgen Extra
Es muy importante señalar que es preferible usar el aceite de oliva virgen extra en crudo, por ejemplo para aderezar ensaladas, rociar unas tostadas o realzar el sabor de una salsa.
Sin embargo, también puede someterse a cocción. Debido a que su punto crítico o de humo es 210° C, no pierde sus propiedades tan fácilmente como otros aceites.
Adicionalmente, se debe destacar que para conservar mejor tales propiedades, es conveniente mantenerlo en un envase hermético, de preferencia de vidrio opaco, a temperatura que no exceda los 20° C, y almacenar en un sitio cerrado y oscuro.
Consumo con moderación
Como hemos podido ver, el aceite de oliva virgen extra es un alimento que se utiliza a menudo en diversos ámbitos, dado el potencial que tiene por naturaleza. Si aún no te has animado a integrarlo a tu dieta, puedes considerarlo, para que disfrutes sus beneficios.
No obstante, recuerda que con este y otros alimentos, debes vigilar la cantidad, evitando el exceso. El mínimo recomendado es 20 gramos diarios. En todo caso, lo ideal es siempre acudir a un nutricionista, para saber qué es lo mejor para nosotros, de acuerdo con nuestras necesidades particulares.